martes, 29 de septiembre de 2009

Integrantes del grupo

Beberly Verónica Julajuj González
Elfer Esaú Galicia Aguilar
Libertad América Amezquita

Temática de" La Ilustre Fregona"


La temática tratada en la novela, "La Ilustre Fregona" es el idealismo o el amor ideal, tema que va acompañado de toques realistas. La presencia del idealismo se nota en los enredos amorosos que los personajes llevan a cabo como por ejemplo: La forma en que los pastores, mosos, aguadores, el hijo del correjidor y don Tomás de Avedaño, admiran al la ilustre fregon (Constanza), dicha admiracion llevan a nuestro personaje principal (Don Tomás de Avedaño) a convertirse en un mozo que sirve como separado de la paja y la cebada, en la casa donde habita Constanza.

Este amor ideal que mueve a don Tomás, en una parte de la obra se vuelve platónico, aunque al final por una serie de sucesos que se dan con el padre de don Diego de Carriazo y Constanza, el amor de don tomás hacia constanza se realiza y deja de ser platónico. De manera que Cervantes ideó la forma perfecta en la cual todos los personajes son felices.

Argumento de "La Ilustre Fregona"

En Burgos, no hace muchos años, vivían dos caballeros: Don Diego de Carriazo, quien tuvo un hijo que lo llamó con su mismo nombre, y Don Juan de Avendaño, éste llamó a su hijo don Tomas de Avendaño.
Cuando Carriazo tuvo trece años se marcho de la casa de sus padres por una inclinación picaresca. Estuvo en Madrid, en las Ventillas de Toledo, etc. Se graduó de maestro en las almadrabas de Zahara. Dejó de acudir tres veranos, en el último ganó a los naipes setecientos reales. Con ellos optó por vestirse y volver a Burgos a ver a su madre. Se despidió de sus amigos y les prometió que el próximo verano estaría con ellos.
Su familia le recibió muy contenta y se hizo muy amigo de don Juan de Avendaño, que era su vecino y tenía su misma edad.
Carriazo nunca le contó a sus padres todo lo que hizo en las almadrabas. El echaba mucho de menos aquellos tiempos y le contó a Avendaño todo lo que había vivido. Determinaron irse los dos allí a pasar un verano. Avendaño puso como excusa el irse a Salamanca a estudiar y que Carriazo se iba a ir con él también.
Les dieron documentos de lo que tenían que hacer, les pusieron un ayo a su disposición y se encaminaron supuestamente hacia Salamanca.
En el camino le robaron cuatrocientos escudos de oro al mayordomo. Le pidieron permiso para ir a la fuente de Argolas y éste accedió. Cuando estuvieron allí Avendaño le dijo que volviera a la ciudad, que ellos seguirían por su cuenta y le dió una carta de disculpa para sus padres.
Se vistieron a lo payo y marcharon hacia Toledo. A la entrada de Illescas vieron a dos mozos de mulas andaluces. Estaban hablando de una hermosa fregona que vivía en la posada del Sevillano, que el hijo del Corregidor bebía los vientos por ella. Y sobre todo a Avendaño se le despertó un intenso deseo de verla.
Fueron a la posada del Sevillano, estuvieron esperando a ver si venía tan celebrada fregona. Avendaño se dirigió al patio a ver si veía a la muchacha con la excusa de preguntar por unos caballeros. De pronto salió de una sala una doncella de unos quince años, vestida como labradora y con una vela encendida. La muchacha era muy bella.
Ellos se quedaron esa noche en la posada y Avendaño comentó a Carriazo la increíble hermosura de la doncella, que se llamaba Constanza.
Arguello, que era otra sirvienta de unos cuarenta y cinco años les preparó las camas. Carriazo le dijo a Avendaño que al día siguiente tenían que madrugar para salir hacia Orgaz lo antes posible. Avendaño le contestó que no estaba dispuesto a irse de la posada porque quería conocer a Constanza. Al final Avendaño consiguió convencer a Carriazo para que se quedaran en la posada.
Al día siguiente se oyó al hijo del Corregidor cantando para Constanza y Avendaño sintió celos.
Avendaño, haciéndose llamar Tomás Pedro, empezó a trabajar para los huéspedes separando la cebada y la paja y Carriazo que dijo que se llamaba Lope Asturiano trabajaba como aguador. Este tuvo una pelea con otro aguador porque le derramó el agua. Salió de allí gracias a Tomás. Luego el Asturiano ingresó en la cárcel, pero pronto salió gracias al dinero que entregó el Sevillano.
A Constanza la llamaban ilustre porque limpiaba muy bien la plata, era honesta y recatada y enamoraba con su recogimiento y hermosura. Cada día que pasaba Tomás estaba mas enamorado de ella. El huésped se enteró de esto pero no se lo comunicó a la muchacha. Al poco tiempo Tomás le entregó una carta en la que le expresaba su amor y Constanza la rompió y le dijo que no la quería.
El Asturiano fue a comprar un asno y al final acabó jugándose el suyo, que mas tarde lo perdió por cuartos, pero luego al reclamar la cola del asno dejo al otro aguador sin un solo maravedí, pero se lo devolvió todo.
A las once de la noche llego el Corregidor a la posada y preguntó al Sevillano por la ilustre fregona, el huésped le contó que hacía quince años un mes y cuatro días llegó a la posada una señora vestida de peregrina enferma, descolorida y muy fatigada. Nadie sabía quien era, solo que era una señora rica de Castilla la Vieja. Padecía hidropesía e iba de peregrina a la Virgen de Guadalupe.
Cuando estaba en la cama dijo que estaba embarazada, que por favor cuidaran de su bebe y sacó de la almohada un bolsillo de aguja, de oro y verde con cuatrocientos escudos de oro en su interior y se lo entregó a la mujer del huésped. Y entre las doce y la una de aquella misma noche parió una niña preciosa, la mas bella de todas las que el huésped había visto. La madre de la criatura siguió su peregrinación y al cavo de veinte días volvió, casi sana, la niña ya había sido bautizada recibiendo el nombre de Constanza, lo cual había sido ordenado por su madre. Le entregó al huésped una cadena de la que quitó seis eslabones y dijo que los traería la persona que viniese a por la niña también corto un pergamino de tal forma que no se podía leer nada sin la otra parte y le dio una mitad. Dijo que al cavo de dos años vendrían a por su hija y le pidió que no le dijese a la niña quien era ni de la manera que había nacido. Dándoles otros cuatrocientos escudos de oro y abrazando a la mujer del huésped con tiernas lágrimas partió.
Después de contarle toda la historia de la ilustre fregona el Corregidor se marchó después de ver los trozos de la cadena y el medio pergamino.
Al día siguiente, cerca de la una, entraron a la posada dos ancianos acompañados de cuatro caballeros y al ver a Constanza se dijeron que ya habían encontrado lo que buscaban. Cuando Tomás fue a dar recado de las cabalgaduras conoció a dos criados de su padre y mas tarde vio a su padre y al padre de Carriazo. El caballero llamó al huésped y le dijo que venía a quitarle una prenda suya de hace mucho tiempo y para ello traía unos trozos de una cadena, un pergamino y mil escudos de oro. El le contestó que la prenda que le quería quitar estaba en casa pero no el pergamino y los trozos de la cadena para comprobarlo, que tuviera paciencia, que en un momento estaría allí. En esto llamo al Corregidor y se lo contó todo. En cuanto llego, con el pergamino y los trozos de cadena en la mano, abrazó a don Juan de Avendaño y después a don Diego de Carriazo sacaron los trozos del pergamino, que juntos decían: ESTA ES LA SEÑAL VERDADERA, y los trozos de la cadena. El Corregidor preguntó si era posible saber quien eran los padres de la hermosísima prenda. -El padre -respondió don Diego - yo lo soy, la madre ya no vive.
Después de explicarlo todo don Juan de Avendaño y don Diego de Carriazo se encontraron con sus hijos. El Corregidor llamó a Constanza y le dijo quien era su padre realmente y todos subieron al coche del Corregidor.
Al final Constanza se casa con Avendaño y se van a estudiar a Salamanca y Carriazo con la hija del Corregidor de Toledo, con la que tuvo tres hijos.

martes, 15 de septiembre de 2009

Temática de" El Licenciado Vidriera"


Esta novela pertence al conjunto de "Novelas Ejemplares" de Cervantes, está clasificada entre las de corte realista, centrada en la descripción de personajes y situaciones verosímiles.

"El Licenciado Vidriera" es una coleccion de enseñanzas morales. Pareciera que la temática en que transcurre la novela está referida a la locura delpersonaje, cuando en realidad, la locura no es más queuna escusa, casi intacendente, para la representación de enseñanzas generales.


Argumento de" El Licenciado Vidriera"


Dos caballeros estudiantes encuentran en las orillas del río Tormes, a un niño de once años, llamado Tomás, que pretendía encontrar en Salamanca un amo que a cambio de sus trabajos le diese estudios; propuesta que los estudiantes aceptan de buen grado. Al poco tiempo por su fidelidad y buen servir se había convertido en compañero y no en criado, y alcanzando gran popularidad en la Universidad por su notable ingenio.
A los ocho años los caballeros terminaron sus estudios y decidieron regresar a Málaga, su ciudad; pero después de estar en esa hermosa localidad Tomás solicita permiso a sus amos para regresar a Salamanca. En el camino se encuentra con un capitán de infantería de su Majestad el cual alababa la forma de vida de la soldadesca y convenciéndolo para que se uniera a él en su viaje por Italia y Flandes.
Más tarde se gradúa en leyes en la ciudad de Salamanca donde despierta el amor de una dama, quien despechada al no ser correspondida su pasión por Tomás, que metido en sus estudios no se fija en el amor que le ofrecen, decide recurrir al poder mágico de una morisca, quien introduce cierto hechizo en un membrillo destinado a Tomás, para que éste, al comerlo, no pueda vivir sin el amor de la dama. El hechizo produce en el estudiante grandes ataques y una gravísima enfermedad, llevándole a la original locura de creerse de vidrio, no dejando que nadie se le acercara y pidiendo a la gente que le hiciera preguntas, no importaba su dificultad, él podría responderlas con soltura. El Licenciado Vidriera, así se hacía llamar, pasaba sus días paseando por las calles y satirizando casi todo lo que le rodeaba. En las noches de invierno dormía en el pajar y en las noches de verano al aire libre.
Después de dos años un religioso consiguió curarlo pasando a llamarse el Licenciado Rueda; quien ahora en su sano juicio ya no es escuchado por nadie, motivo por el cual decide volver a Flandes y hacerse soldado, muriendo como tal.

Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo Don Quijote de la Mancha



CAPÍTULO 1
En este capítulo se nos presenta a Alonso Quijana como un hombre no excesivamente rico, incluso se podría decir que era mas bien pobre.
También no describe la edad de este peculiar personaje "50 años" y de su peculiar ama de llaves que pasaba de los 40.
Este buen hombre tenía era de complexión recia, madrugador y gran aficionado a la caza.
Este peculiar personaje era gran amante de las novelas de caballería y tenía como escritor favorito a Feliciano de Silva. Tal fue la obsesión por estos libros de caballería que decidió convertirse en caballero. Para llevar a cabo esta extraña aventura tubo que coger y limpiar las armas de sus bisabuelos, las cuales tubo que preparar para su uso.
Para poder convertirse en un buen caballero necesitaba las siguientes cosas:
Un nombre para él mismo: pues todo caballero que se precie tenia un nombre apropiado para tal faena. Decidió ponerse como nombre Don Quijote de la Mancha, idea que sacó de Amadís de Gaula.
Un nombre para su caballo: Al cual puso como nombre Rocinante, ya que el pobre caballo no se encontraba en su mejor momento.
Una mujera la cual dedicarle todos sus triunfos y glorias, ya que en aquellos tiempos un caballero no podía comportarse como tal si no tenía una mujer a la que dedicarle sus triunfos.

Don quijote se arma caballero


CAPÍTULO 3
En este capítulo Don Quijote se arma caballero. Para que este nombramiento fuese valido Don Quijote le pidió al ventero que le nombrara caballero, dándole sus razones de porque este nombramiento.
El ventero acepto a este extraño nombramiento pensando que Don Quijote estaba loco y que él a su vez ganaría un buen dinero. Para que este nombramiento fuese valido las armas del caballero deberían poner las armas a velar en la capilla, pero como allí no había capilla, ya que supuestamente se estaba construyendo, pusieron a velar las armas en el patio y de esta manera Don Quijote permanecería vigilándolas durante todo el día para que no se las robaran. Don Quijote se tuvo que enfrentar con dos hombres que pretendían robárselas hasta que apareció el ventero y puso paz. Al final Don Quijote fue nombrado caballero a la vieja usanza, dando dos toques con la espada en los hombros del caballero. Una vez acabado el nombramiento las dos mujeres se quedaron sorprendidas y le dijeron a Don Quijote que le servirían de por vida, entonces Don Quijote pregunto sus nombres y dijo que desde entonces se llamarían por Doñas. Al final todo quedo en nada y Don Quijote se marcho al amanecer.

De la segunda salida de nuestro buen caballero don Quijote de la Mancha y la quema de los libros de caballerÍa


CAPÍTULO 7

Entonces empezó a lanzar voces y todos fueron a verlo y así varios libros quedaron sin ser inspeccionados. se hallaba bien despierto y daba cuchilladas en el aire como si peleara contra muchos enemigos.
Cuando lograron controlarlo y regresarlo a la cama, le dijo al cura:
―No es honroso dejar que otros ganen este torneo, siendo yo quien soy.
―No se preocupe ―dijo el cura― que mañana continuará el torneo y usted ganará lo que hoy ha perdido. Más bien ocúpese hoy en sanar sus heridas.
―No estoy herido, pero si molido a palos por el caballero don Roldán que no soportó que yo le supere en fuerzas. Por ahora, tráiganme de comer, de lo demás me encargo yo.
Después de comer volvió a quedarse dormido.
Esa noche el ama quemó todos los libros en el corral y el cura y el barbero recomendaron que además se levante una pared para tapar la entrada al cuarto de los libros y que cuando lo note le digan que un encantador se había llevado todo.
Dos días después, ya repuesto, fue a ver sus libros y como no daba con la puerta de su librería, le preguntó al ama.
―Todo eso se lo llevó el mismo diablo ―respondió ella.
―No fue el diablo ―dijo la sobrina― sino un encantador que vino montado sobre una serpiente y volando sobre una nube. Dijo que se llamaba Muñatón.
―Será Frestón ―corrigió .
―Será, pero recuerdo que su nombre terminaba en ton ―dijo la sobrina.
―Así es ―continuó ― ese encantador protege a otro caballero mucho menos fuerte que yo, por eso intenta hacerme daño de cualquier manera.
―¿Pero no sería mejor que no busque pleitos? ―preguntó la sobrina― Recuerde que hay varios que van por lana y regresan trasquilados.
―Antes que a mí me trasquilen le habré quitado las barbas a cuantos lo intenten ―respondió encolerizándose, así que el ama y la sobrina prefirieron dejarlo tranquilo.
Así se paso quince días en su casa, sin que dé muestras de querer escaparse nuevamente. Además les contaba divertidas historias al cura y el barbero y principalmente les decía que el mundo necesitaba andantes como él.
Por ese tiempo, convenció a un vecino suyo llamado Sancho Panza de que fuera su escudero. Sancho, que era un hombre gordo y de muy poco cerebro, aceptó entre otras cosas porque le dijo que siendo su escudero podría ganar una isla y ser gobernador de ella. También vendió y empeñó cuanto pudo para hacerse de dinero, consiguió un escudo y le dijo a Sancho que prepare sus provisiones para partir. Este le preguntó si podía llevar su asno pues no podría aguantar mucho camino a pie y se lo permitió pues no recordaba alguna ley de caballería que lo prohíba, aunque aclaró que a la primera oportunidad que se presente, le otorgaría el mejor caballo a su escudero.
Con todo listo, partieron una noche sin despedirse cada uno de sus respectivas familias y anduvieron sin parar hasta casi el amanecer, seguros de que ya nadie los podría hallar. Caminaban por el camino de Montiel cuando Sancho preguntó:
―No se le vaya a olvidar la isla que me tiene prometida. Que aunque sea muy grande yo sabré gobernarla bien.
―No te preocupes por eso ―respondió ― que aunque otros esperaban a que sus escuderos sean viejos, yo te coronaré mucho antes. Es posible que en seis días ya me haga de un reino y pueda darte un nombramiento.
―¿Entonces podría ser rey y mi mujer, reina y mis hijos, infantes?
―Así es Sancho, y no creas que es muy dificil que hasta es posible que pueda darte más de lo que te he prometido.
―Me quedaré tranquilo, que teniendo un amo como usted, estoy seguro de que estaré bien y alcanzaré un gran nombre.

Del buen suceso que el valeroso don Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada aventura de los molinos de viento, y el vizcaíno





CAPÍTULO 8

En eso vieron a unos treinta o cuarenta molinos de viento. Al verlos, dijo:
―Nuestra fortuna nos pone a estos gigantes para combatir, amigo Sancho. Les quitaré a todos la vida y haré un gran botín.
Fíjese señor que aquellos no son gigantes ―le dijo Sancho― sino molinos de viento y lo que parecen brazos son sus aspas.
―Se nota que no sabes nada de caballería ―respondió ―, ellos son gigantes. Más bien, si lo que tienes es miedo, quédate a rezar aquí mientras yo me enfrento a ellos.
Y picó a su caballo y sin oír a sancho ni fijarse que iba hacia unos molinos, arremetió en dirección a ellos.
―No huyan ―gritó ― que es uno solo quien se enfrentará a todos.
En ese instante se levantó algo de viento y las aspas empezaron a moverse.
―Aunque muevas más brazos que los del gigante Briareo, me las pagarás ―dijo .
Y se encomendó a Dulcinea y embistió con toda su fuerza al molino que tenía más cerca y le atravezó el aspa, la cual, al moverse, le quebró la lanza y arrojó a caballo y caballero que fue rodando muy maltrecho por el campo.
―¿No le dije yo que eran molinos? ―dijo Sancho que había ido en su auxilio.
―Calla, Sancho, que el sabio Frestón, no contento con haberme quitado mis libros, me ha arrebatado esta victoria transformando a esos gigantes en molinos.
Sancho ayudó a a subirse sobre Rocinante y tomaron el camino de Puerto Lápice. Mientras andaban, le contó a Sancho sobre un caballero que, a falta de lanza, usó una rama de árbol para vencer a sus enemigos y que él estaba dispuesto a hacer otro tanto pues había perdido su lanza en la lucha contra los gigantes.
―Yo le creo todo, señor ―le dijo Sancho― pero acómodese o se caerá del caballo pues está malherido por la caída.
―No te preocupes de eso, Sancho, que un caballero nunca se queja de algún dolor así tenga una herida abierta por donde le salgan las tripas.
―Por fortuna no soy caballero ―respondió Sancho― que no puedo evitar quejarme del más pequeño dolor que tenga.
A le causó risa la simplicidad de su escudero que en ese momento le decía que ya era hora de comer y sacó sus provisiones de sus alforjas y fue comiendo sentado en su asno con el permiso de que no probó bocado. Aquella noche la pasaron bajo unos árboles, de uno de ellos sacó una rama y colocó en ella la punta de su lanza rota. Sancho durmió profundamente, mientras se la pasó velando, pensando en su señora Dulcinea, imitando a los de sus libros que se desvelaban por sus damas.
Al día siguiente continuaron el camino a Puerto Lápice.
―Hermano Sancho ―dijo ― podemos encontrar muchas aventuras en nuestro camino, pero te advierto que si me ves luchando contra otro caballero, aunque corra el peor peligro del mundo, no se te ocurra socorrerme porque ninguna ley de caballería permite esa intromisión.
―Así lo haré ―respondió Sancho―, que yo soy pacifico y enemigo de meterme en pendencias.
En eso divisaron por el camino a dos frailes que iban sobre sus mulas y detrás de ellos, aunque no venían juntos, un carruaje custodiado por cinco hombres a caballo y dos mozos de a pie.
―O me engaño ―dijo a Sancho― o ahí van dos encantadores que llevan secuestrada a alguna princesa en ese coche. Así que es necesario deshacer esa injusticia con toda mi fuerza.
―Mire bien lo que hace, señor ―dijo Sancho― que ahí solo van dos frailes y en el carruaje deben ir algunos viajeros. No le vaya a pasar como con los molinos.
―Ya te he dicho, Sancho, que tu no sabes nada de caballerías. Quédate aquí y verás que no me equivoco.
Y se puso en la mitad del camino y acusó a los frailes de ser encantadores que llevaban una princesa secuestrada. No quiso escuchar las razones de los frailes, sino que atacó a uno de ellos mientras el otro escapaba muy temeroso. Sancho Panza, viendo en el suelo al fraile, se arrojó sobre él para quitarle sus pertenencias, creyendo estar en su justo derecho pues su amo lo había derrotado. En eso llegaron dos mozos de los frailes que tomaron las razones de Sancho como burlas y le dieron de patadas hasta dejarlo sin sentido.
, que se había acercado al carruaje, se dirigió a la señora del coche:
―Su hermosura, señora mía, puede hacer de mí lo que le plazca, pues sus secuestradores han sido derrotados por vuestro libertador, de la Mancha, caballero andante y cautivo de la sin par y hermosa Dulcinea del Toboso. Solo le pido que vaya al Toboso y le diga a mi señora el favor que acabo de hacerle.
Escuchaba esto uno de los que cuidaban el carruaje y se enojó mucho al escuchar que irían de regreso al Toboso y cogiendo la lanza de le dijo:
―Caballero, si no dejas pasar a este coche, te mataré aquí mismo.
―Ahora lo veremos ―dijo y arrojando la lanza al suelo, sacó su espada, sujetó su escudo y atacó al vizcaíno con intención de matarlo.
El vizcaíno pudo reaccionar a tiempo, sacó su espada y cogió una almohada del coche que utilizó como escudo. La batalla se desató con tanta fiereza que la señora pidió al cochero que se alejen para ver desde lejos la contienda. En eso el vizcaíno dio un fuerte golpe de espada a la altura del hombro que hubiera matado a si este no se hubiera protegido con su escudo.
―¡Señora Dulcinea, flor de la hermosura, socorre a este caballero que por satisfacerla está corriendo peligro!
La lucha continuó y el vizcaíno, montado en su mula, se defendía duramente con su almohada y atacaba cuanto podía. Mientras la señora del coche y sus criadas rezaban, se persignaban y se encomendaban a todos los santos.

De como don quijote recupera el yelmo de Mambrino


CAPÍTULO 21

En este capitulo se nos narra la aventura que tiene Don Quijote para recuperar el yelmo de Mambrino y las esperanzas o ilusiones que se hacen Don Quijote y Sancho de ser reyes y nobles gracias a su gran fama y valentía. Al principio del capitulo se nos cuenta como Don Quijote cree estar viendo a lo lejos el famoso yelmo de Mambrino, el cual, según Don Quijote, lo lleva un caballero que va montada en un gran caballo. Al momento de manifestar Don Quijote su interés por este yelmo Sancho se apresura en decirle que no saque conclusiones precipitadas que puede armar una buena. Don Quijote sin hacerle caso se abalanza sobre este pobre hombre arrebatándole así el supuesto yelmo de Mambrino. Lo más interesante de esta pequeña aventura es que el “yelmo de Mambrino” no era mas que una simple bacía de azófar que solían utilizar los barberos. Una vez hubo acabado este pequeño percance Don Quijote y Sancho comenzaron a fantasear sobre su futuro como caballeros. Don Quijote le contó a Sancho que si se hacían famosos Don Quijote acabaría casándose con la hija de un gran rey y a la muerte del rey este heredaría su reino y haría casar a Sancho con la mejor doncella que la hija del rey tuviese. Al acabar esta extraña conversación acordaron trabajar duramente para conseguir la fama suficiente como para poder ocupar los lugares deseados como rey y noble principal de ese imaginario reino.

Lo que sucedio a don Quijote yendo a ver a su señora Dulcinea del Toboso


CAPÍTULO 10

Antes de marchar Sancho en la busca de Dulcinea le habla ordenado Don Quijote que se fijara en las reacciones fisicas que mostrara Dulcinea al enterarse de que estaba allo su caballero. Antes de que Sancho comenzara su busqueda se sento, donde su amo no pudiese verle, para reflexionar acerca de la locura de su amo que aunque Sancho le llevase a otra persona que no fuese Dulcinea, Don Quijote jurara que su amada esta encantada. Al atardecer Sancho vio pasar cerca de el a tres labradoras y fue corriendo junto a su amo para decirle que Dulcinea se acercaba con dos de sus sirvientas y de este modo se invento sus ropas para que su amo se pensase que su amada se acercaba. Cuando se estaban acercando las tres labradoras se puso en marcha el plan de Sancho ya que el pensaba que cuando su amo viese a las tres labradoras, e hiciese caso a Sancho que decia que era Dulcinea con sus sirvientas, pensara que estaban encantadas. Las labradoras al oir las alabanzas, que Don Quijote hacia de ellas, salieron corriendo escapando de Don Quijote y de Sancho. Despues de ver como las tres labradoras Sancho y Don Quijote comenzaron a increpar contra los encantadores que privaron a Don Quijote de ver la belleza de su amada, Dulcinea. Finalmente Don Quijote y Sancho prosiguieron su camino hacia Zaragoza donde se celebraban todos los años unas fiestas muy importantes.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Enfrentamiento de don Quijote y el Caballero del bosque



CAPÍTULO 14
Mientras tanto El Caballero del Bosque y Don Quijote dialogaban acerca de sus aventuras y de sus amadas.
El Caballero del Bosque afirmó que entre sus aventuras había vencido a muchisimos caballeros incluyendo entre ellos al gran Don Quijote de la Mancha. Don Quijote al oír esto se hizo el tonto para que más tarde confesara su propia mentira. Al ver que este no lo confesaba y se emperraba en su mentira Don Quijote le reto a un duelo en el cual el caballero que saliese vencido obedecería al vencedor.
Ambos caballeros fueron a avisar a sus escuderos para que prepararan todo para la batalla. Momentos antes de la batalla Sancho se subió a un árbol ya que tenia miedo del Caballero del Bosque debido a todo lo que le había contado el escudero de este caballero.
Finalmente, debido a que el caballo del Caballero del Bosque se quedó parado justo delante de rocinante durante la pelea, Don Quijote derribó al Caballero del Bosque y salió victorioso del Duelo.
Después de caer al suelo el Caballero del Bosque Sancho y Don Quijote se dieron cuenta de que era el Bachiller Sansón Carrasco. A su vez Sancho se dio cuenta de que el escudero del Caballero del Bosque era su vecino Tomé Celial y entonces le pidió a Don Quijote que no matara a Sansón Carrasco. Al reanimarse Sansón Carrasco Don Quijote le obligo a ir al Toboso a encomendarse a la dama de Don Quijote y a admitir que no había vencido a Don Quijote sino a alguien que se parecía mucho a él. Después de esto Don Quijote y Sancho prosiguieron su camino hacia Zaragoza.

En donde la Condeza Trifaldi busca a don Quijote y la broma del caballo Clavijo



CAPÍTULO 37
Mientras todos estaban esperando a que la condesa Trifaldi hiciese aparición se produjo una conversación entre Sancho, la dueña doña Rodríguez y la Duquesa en la cual cada uno dio su opinión acerca de si este tipo de mujeres tienen alguna función en este mundo o si simplemente sirven para adornar y para tener ocupado un puesto en la sociedad que luego no sirve de nada y lo único que hace es gastar dinero publico con su mantenimiento.
Cuando la Trifaldi apareció, precedida de doce doncellas, pregunto si se encontraban allí Don Quijote de la Mancha y su escudero Sancho Panza. Cuando Don Quijote y Sancho se presentaron ate ella comenzó a contarles su historia, con una voz ronca y poco femenina.
Ella había ayudado a una princesa, Antonomasia hija y heredera del rey Archipiela y de la reina Maguncia de Candaya, a conseguir el amor de un caballero llamado Don Clavijo. Debido a su intención Antonomasia se había entregado a Don Clavijo y tenían intención de casarse.
Cuando la madre de Antonomasia se entero de que su hija se había casado con un hombre de linaje mas bajo que ella, se enojo tanto que a los tres día murió. Un día después de su muerte apareció el gigante Malambruno, primo hermano de la madre de Antonomasia, en un caballo de madera y para vengarse de la muerte de su prima convirtió a Antonomasia y a Don Clavijo en estatuas de diversos metales. Y para culminar la venganza hizo crecer barbas a todas las doncellas del palacio para vengarse así de la intercesión de la Trifaldi.
Una vez dijo eso y para que los allí presentes se lo creyeran se descubrieron la cara y mostraron como tenían todas unas barbas bastante considerables.
Después de haberle contado la historia a Don Quijote le acabo pidiendo que por favor fuese a luchar con Malambruno ya que este había dicho que solo desharía el encantamiento en caso de que Don Quijote de la Mancha fuese a luchar contra él. Cuando Don Quijote acepto la Trifaldi le dijo que Malambruno había dicho que mandaría un caballo de madera, llamado Clavileño, el cual llevaría a Sancho y a Don Quijote a donde se encontraba él, que estaba a 3220 leguas por el aire y en línea recta sobre Clavileño.
Por la noche llevaron a Don Quijote y a Sancho hacia el caballo y le dijeron que deberían taparse los ojos porque la altitud que iban a alcanzar era muy grande y le podían marear. Don Quijote y Sancho accedieron, y al momento les dijeron que para activar el caballo había que mover una clavija que se encontraba en el cuello del caballo. Y para bajarse del caballo cuando llegasen tendrían que esperar a que este relinchara.
Cuando Don Quijote apretó la clavija todos los allí presentes se despedían como si realmente se estuvieran moviendo, incluso imitaban el calor de la altitud y el movimiento del viento. Al cabo de un rato los allí presentes encendieron la cola de Clavileño el cual al estar lleno de cohetes salió disparado por el aire tirando a Don Quijote y a Sancho al suelo. Cuando se levantaron vieron que no se habían movido de lugar y que a su alrededor estaban los mismos personajes que antes y observaron también que junto a ellos había una lanza con un mensaje el cual decía que Don Quijote había vencido con solo intentarlo y que Malambruno se contentaba con eso y había desencantado a la Trifaldi y a sus doncellas. También decía que igualmente se desencantaría Dulcinea en cuanto Sancho cumpliera lo prometido. Cuando el Duque leyó la carta felicito efusivamente a Don Quijote por su hazaña.
Sancho le dijo a la Duquesa que durante su viaje en Clavileño se había quitado el pañuelo y había visto como el mudo y las personas eran muy pequeñas desde esas alturas, la Duquesa al decirle que eso era imposible Sancho le respondió que mediante el encantamiento nada era imposible. Sancho prosiguió contando que había estado tan cerca del sol que había podido comprobar que realmente era muy grande, también dijo que se habían detenido en la constelación de las siete cabrillas ya que como Sancho había sido cabrero se entretuvo un poco con ellas.

Sancho Panza gobernador de la Ínsula Barataria



CAPÍTULO 45
Cuando Sancho llegó a su ínsula, Barataria, le recibieron con mucho afecto y cariño. Al verle le llevaron a la iglesia y allí le dieron las llaves de la ciudad y le admitieron como gobernador perpetuo.
Al momento le llevaron al juzgado donde comenzó a ejercer como gobernador en unos juicios que le presentaron los habitantes de la ínsula.
En el primer juicio le sucedió lo siguiente: era un señor que le fue a pedir a un sastre que le hiciera una caperuza con un tipo de tela que él le llevaba, pero como era tan desconfiado y temía que el sastre se quedara con un trozo de tela le dijo que le hiciera las máximas posibles, al final el sastre le dijo que le podía hacer cinco caperuzas. El problema estaba en que el sastre había hecho unas caperuzas diminutas haciendo caso a que el hombre quería cinco. Entonces el sastre le exigía al hombre el dinero que se había ganado haciendo esas caperuzas, mientras que el hombre le exigía al sastre el trozo de tela que le había dado. Sancho al ver esto decidió que ninguno de los dos tuviera lo que pedía ya que ambos habían sido muy desconfiados con el otro.
La segunda historia contaba lo siguiente: un hombre había recibido prestados diez ducados y no se los quería devolver a su dueño original porque decía que ya se los había devuelto. El primer hombre le dio al segundo una caña que tenia en la mano y juro ante todos que ya se los había devuelto y entonces se fue recuperando su caña antes. Sancho al darse cuenta de esto le mando que le diese la caña al hombre que le había dejado los diez escudos y le dijo que con la caña ya estaba pagado. La sorpresa vino cuando el hombre rompió la caña y vio que dentro de ella estaban los diez escudos.
En el tercer caso se contaba lo siguiente: una mujer llegó ante Sancho diciendo que un hombre la había forzado en mitad de un camino y no la quería indemnizar. El hombre decía que la mujer se le había ofrecido y que ya le había pagado lo justo por esos trabajos. Sancho le dijo al hombre que le diese una bolsa que tenia llena de dinero, y cuando se fue la mujer le mando salir detrás de ella para recuperar la bolsa. Al cabo de un rato regresaron el hombre y la mujer solo que ambos unidos a la bolsa ya que la mujer no la quería soltar por nada del mundo. Sancho al ver esto le dijo a la mujer que se hubiera puesto tanto empeño en defenderse como lo esta poniendo ahora en agarrar la bolsa nadie la habría forzado en el campo. Les mando ir y le devolvió la bolsa de dinero al hombre.

El caballero de la blanca luna y don Quijote




CAPÍTULO 64
Un día mientras Don Quijote paseaba, armado, por la playa se encontró a un hombre que sé hacia llamar el Caballero de la Blanca Luna. Este le dijo que había ido a buscar a Don Quijote para hacerle confesar que su dama era más bella que Don Quijote. Don Quijote al no admitir esto decidió batirse en duelo con Don Quijote. El trato era que si Don Quijote perdía debería de admitir que su dama no era la más hermosa y debería de permanecer un año de vida sosegada en su pueblo sin utilizar las armas. Si Don Quijote vencía seria él quien decidiera acerca de la vida del otro caballero y se quedaría con sus armas, fama y caballo.
Una vez en la batalla Don Quijote salió derrotado y humillado frente al Caballero de la Blanca Luna. Don Quijote se vio obligado a cumplir su palabra y dijo que se retiraría un año de la caballería pero reafirmo que su dama era la más bella del mundo. Después de la batalla el Caballero de la Blanca Luna se marchó y a Don Quijote le llevaron a la ciudad en una silla de mano

Muerte de don Quijote



CAPÍTULO 74
Cuando llegó el medico a la casa de Don Quijote y le vio dijo que seria mejor que se fuese confesando ya que no le quedaba demasiado tiempo de vida. Don Quijote al oír eso hizo llamar a sus amigos y les comenzó a decir que era consciente de todos los peligros en los que se había metido pero que ya había vuelto en sí y que ya era otra vez Alonso Quijano el Bueno. Sus amigos le intentaban animar diciéndole que pronto iban ser todos pastores y que Dulcinea ya estaba desencantada, pero Alonso Quijano les decía que no se burlaran de él que ya era cuerdo. Tras hacer testamento y dejar una clara muestra de que ya había vuelto a la cordura comenzó a criticar la actitud de Avellaneda que había escrito un libro falso acerca de estupideces como las que él había vivido.
Antes de morir le dijo a su sobrina que, por favor, no se casara con un hombre que conociera las novelas de Caballerías ya que estas le acabarían llevando a la locura. Y tras decir esto Alonso Quijano falleció.

































































Personajes de la obra ¨don Quijote de la Mancha"


Principales
Alonso Quijano, Don Quijote de la Mancha, representa la lucha por los ideales sobre pasando todos los obstáculos, creyendo fuertemente que el mundo podía mejorar, era sumamente optimista y todo lo Cuestionaba o justificaba.
Sancho Panza, su fiel escudero.
Dulcinea del Toboso, Aldonza Lorenzo, siempre presente en el pensamiento de Don Quijote.
Secundarios [editar]
Cide Hamete Benengeli, presunto autor original de la obra.
Rocinante, el caballo de don Quijote.
Rucio, la mula de Sancho Panza.
Teresa Panza, esposa de Sancho Panza.
El Duque.
La Duquesa.
Altisidora, discreta y desenvuelta doncella de la duquesa.
Merlín.
El bachiller Sansón Carrasco.
El cura
El barbero

Vida y obras de Cervantes



Dramaturgo, poeta y novelista español, autor de la novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, considerada como la primera novela moderna de la literatura universal. Miguel de Cervantes es considerado el máximo representante de la literatura española y reconocida figura de la literatura universal.
Miguel de Cervantes Saavedra nació el 29 de septiembre de 1547, en Alcalá de Henares, Madrid (España). Fue bautizado en la iglesia de Santa María el 9 de octubre de 1547. Hijo de Rodrigo de Cervantes, que fue médico de escasos recursos y de Leonor de Cortinas, fue el cuarto de siete hijos.
Durante su infancia vive con su familia en Valladolid, Córdoba, Sevilla y Madrid, donde estudia en un colegio de formación erasmista. Se presume que estudia en la Universidad de Salamanca. Se desplaza a Italia, donde sirve como ayuda de cámara al cardenal Acquaviva.
En 1571 toma parte en la batalla de Lepanto, en la que recibe dos heridas, una de las cuales le deja estropeada la mano izquierda, razón por la cual se le conoce como el manco de Lepanto. Mientras regresaba a España, en el año 1575, fue apresado por los corsarios y trasladado a Argel, donde sufrió cinco años de cautiverio (1575-1580). Durante este período lee a autores italianos. Por fin le liberaron los frailes trinitarios, y partió hacia la ciudad de Madrid. A su llegada, se encontró a su familia en la ruina.
En 1584 contrae matrimonio en Esquivias (Toledo) con Catalina de Salazar y Palacios.
Desempeña cargos como el de comisario de Provisiones de la Armada Invencible. Cuando fracasa su pretensión de que sus servicios se vean recompensados, permanece durante algún tiempo en Lisboa, donde nace su hija Isabel. En 1590 intenta, sin éxito, ser destinado al servicio de la Corona en América, recibiendo en cambio el cargo de recaudador de Hacienda, en el desarrollo del cual es encarcelado por irregularidades en sus cuentas. De nuevo en libertad, se traslada a Valladolid. En sus últimos diez u once años, Cervantes recibe del conde de Lemos y del arzobispo de Toledo una reducida ayuda económica que alivia sus necesidades.
Poco antes de morir dedica al conde de Lemos su libro Los trabajos de Persiles y Segismunda (1617), dedicatoria que constituye una de las páginas más conmovedoras de la historia, pues en ella presenta los avatares de su existencia. Del aparente fracaso de su vida, Cervantes logra destilar una obra genial e imperecedera. De las múltiples vicisitudes a que se ve abocado recoge los aspectos de su país y de su tiempo: los sórdidos, los populares y los aristocráticos para entregárselos a su lector convertidos en prototipos eternos.
Centrándonos en su obra, hay que destacar que Cervantes se dedicó en un primer momento a la poesía -aunque en su tiempo no logró ser aceptado como poeta- al teatro, géneros que nunca abandonaría. Dentro de su obra poética destacan sonetos, canciones, églogas, romances, letrillas y otros poemas menores dispersos o incluidos en sus comedias y en sus novelas.
De la producción teatral de Miguel de Cervantes destacan La comedia del cerco de Numancia, El rufián dichoso, Pedro de Urdemalas, El trato de Argel, El gallardo español, La gran sultana, Los baños de Argel, La lección de los alcaldes de Daganzo, El retablo de las maravillas, La cueva de Salamanca y El celoso extremeño.
Es considerado como el escritor que consolida la novela como género, ya que a partir de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, cuya primera parte es publicada en el año 1605 y la segunda en 1615, logra la síntesis de las incipientes formas narrativas de su tiempo y organiza un vasto mundo imaginativo en torno a la figura del héroe. Don Quijote y su escudero Sancho Panza, y el amor de aquel por Dulcinea, representan una ruptura de la novela caballeresca de la época y sientan las bases del desarrollo de la literatura española y universal desde entonces.
Entre 1590 y 1612 fue escribiendo una serie de novelas cortas que, después del reconocimiento obtenido con la primera parte del Quijote en 1605, acabaría reuniendo en 1613 en la colección de Novelas ejemplares. Esta colección se inicia con La gitanilla, fantasía poética creada en torno a la figura de Preciosa y la relación entre la gitanilla y un joven capaz de renunciar a su alcurnia por amor.
En contraste con tan embellecido marco sigue El amante liberal, novela bizantina de amor y aventuras, con las adversidades que Ricardo y Leonisa han de superar antes de su matrimonio, y Rinconete y Cortadillo. De su producción en prosa destaca también La Galatea (1585).
En sus últimos años publica, además de las Novelas ejemplares (1613), el Viaje del Parnaso (1614), Ocho comedias y ocho entremeses (1615), la segunda parte del Quijote (1615) y Los trabajos de Persiles y Segismunda (de publicación póstuma, en 1617). El triunfo literario no lo libró de sus penurias económicas.
Falleció el 22 de abril de 1616 en Madrid.
Obras escogidas:
El trato de Argel (1582-87)
El cerco de Numancia (1582-87)
La Galatea (1585)
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (parte I, 1605; parte II, 1615)
Novelas ejemplares (1613)
Viaje del Parnaso (1614)
Ocho comedias y ocho entremeses (1615)
Los baños de Argel (1615)
La entretenida (1615)
La casa de los celos (1615)
El gallardo español (1615)
La Gran Sultana (1615)
El laberinto de amor (1615)
El rufián dichoso (1615)
El casamiento engañoso (1615)
El licenciado Vidriera (1615)
El coloquio de los perros (1615)
La ilustre fregona (1615)
La fuerza de la sangre (1615)
Las dos doncellas (1615)
El celoso extremeño (1615)
La señora Cornelia (1615)
Los trabajos de Persiles y Segismunda (1617)
Obras Completas
Bibliografía:
Canavaggio, J. (1999). Cervantes
Sliwa, K. (1999). Documentos de Miguel de Cervantes Saavedra
Trapiello, A. (1993). Las vidas de Cervantes
Bloom, H. (1992). Cervantes
Nabokov, V. (1984). Lectures on Don Quijote